En otoño llueve más, el frío es más intenso, es más habitual encontrarnos condiciones meteorológicas que limiten nuestra visibilidad y, por si fuera poco, hay menos horas de luz. Todo esto hace que tengamos que adaptar ligeramente nuestras bicicletas para rodar con seguridad y evitar ciertos problemas y sustos.
Repasaremos algunos elementos que quizá lleves todo el año, pero que en esta estación se convierten ya no solo en importantes, sino en esenciales para circular con tu bicicleta. Ya sea por ciudad, por pistas de grava, por carretera o por montaña.
Equipamiento de la bici
Ruedas
Si tienes espacio, tiempo y dinero lo óptimo sería cambiar las cubiertas de tu bici por unas gomas que sean más adherentes y estables en casos de lluvia y sobre terrenos resbaladizos. Sin embargo, si no puedes cambiar las gomas en función de la época en la que usas la bici, bajar ligeramente la presión puede ayudarte a que el agarre y tracción sean un poco mejores.
En caso de que vayas a rodar por caminos de tierra y por montaña en general, llevar unas ruedas más adherentes puede resultar decisivo para evitar accidentes. Y para poder disfrutar de la ruta lo máximo posible, claro está.
Por ciudad y para ciclismo de carretera lo importante es que el agarre sea suficiente y que las ruedas tengan capacidad de evacuar agua para evitar que se pierda la superficie de contacto con el suelo.

Luces
Más allá de las ruedas es importante llevar elementos de iluminación que nos hagan visibles a la mayor distancia posible. Tanto de día como de noche, porque como comentábamos, la falta de luz y ciertas condiciones meteorológicas (como la niebla), pueden evitar que otros vehículos nos vean.
Cada vez existen en el mercado más dispositivos de distintas calidades, baterías, lúmenes (potencia de la luz), etcétera. Para elegir el que más nos conviene deberemos analizar la duración de nuestras salidas así como la hora a la que vamos a realizarlas. Si saldremos a rodar de noche o somos más vespertinos y en la hora de llegada ya estamos en total oscuridad necesitaremos luces con una autonomía grande y una potencia de iluminación importantes.

Equipamiento ciclista
Ropa ciclista para otoño
La máxima en este caso, de cara a la seguridad, sería: hazte visible. Lo más importante a nivel de seguridad es precisamente que te vean. Ahí el color será vital. Naranja, amarillo, rosa… Las prendas de colores llamativos serán nuestras mejores aliadas.
Además será interesante que el culotte, el maillot y la chaqueta (o el chaleco) que llevemos también disponga de algunos elementos reflectantes que nos hagan más visibles en la noche. Muchos maillots ya lo llevan de serie en los bolsillos traseros, al igual que los culottes en los gemelos, pero no está de más comprobar que nuestras prendas disponen de estos detalles reflectantes.
Evidentemente para rodar con comodidad deberás elegir ropa que aguante la lluvia, que sea transpirable. La comodidad puede ser también un elemento de seguridad cuando montamos en bici. Circular incómodo puede despistarnos y terminar teniendo algún susto indeseado.
Complementos
Con una meteorología adversa o complicada es interesante llevar unas gafas con cristales neutros, que no estén oscurecidos. Así evitaremos salpicaduras y barro que más allá de que sean molestos pueden ser peligrosos para nuestra integridad física.
Más allá de las luces que lleves en la bicicleta no será desdeñable pensar en colocar una luz roja en la parte posterior del casco. Que se nos vea lo máximo posible es muy interesante y llevando dos luces conseguiremos este objetivo asegurando además, que aunque una pueda fallar, la otra seguirá funcionando.