El alavés lidera al Soudal-Quick Step en una de sus últimas grandes oportunidades para volver al podio de una gran vuelta
Mikel Landa vuelve a ser protagonista en el Giro de Italia. A sus 35 años, el ciclista vasco lidera al Soudal-Quick Step con el objetivo de pelear por el podio en una carrera que marcó un antes y un después en su trayectoria. “Tocaba volver a este Giro. Llevaba varios años sin ir. La última vez que lo hice acabé en el podio. Si no, quizá en 2026 puede que sea tarde”, ha confesado en una entrevista concedida al diario MARCA desde Tirana (Albania), punto de inicio de esta edición.
Landa reconoce que esta podría ser su última oportunidad real para brillar en una gran vuelta. Con el calendario marcado por su papel de gregario para Remco Evenepoel en el Tour y sin planes de acudir a la Vuelta a España, el Giro se presenta como su gran objetivo del año. “Puede que sea mi última posibilidad de subirme al podio en una grande”, admite.
El corredor de Murgía guarda un vínculo especial con esta carrera. En 2015, cuando aún corría en las filas del Astana, fue una de las grandes revelaciones del Giro que ganó Alberto Contador. “Es la carrera en la que exploté como corredor de grandes vueltas. Siempre vuelvo con una sonrisa, aunque también he vivido momentos duros”, recuerda.
En la entrevista, Landa deja claro que mantiene intacta su ambición por la clasificación general. “El equipo necesita un líder para la general. Si respondo desde el inicio, seguiré peleando. Si algo falla, como una caída o un mal día, ya pensaremos en otra estrategia”, explica.
Respecto a la ausencia de grandes figuras como Pogacar o Vingegaard, el ciclista del Soudal-Quick Step asegura que no ha influido en su decisión: “Si no son ellos, serán otros. A veces prefiero que estén porque hacen la carrera más dura y me ayudan a dejar rivales atrás”.
También tuvo palabras de elogio para Juan Ayuso, al que ve como uno de los grandes favoritos: “Le veo muy maduro, cogiendo la responsabilidad de las carreras y rompiéndolas. Puede ser una gran oportunidad para él y para el ciclismo español”.
Sobre la posibilidad de ver alguna sorpresa, Landa advierte que el Giro “siempre ha sido muy caprichoso” y que el desarrollo de la carrera puede cambiar por completo de una semana a otra. Entre los nombres a seguir, destaca a corredores como Bernal, Yates o incluso él mismo: “Quizá con un poco de experiencia y suerte podamos sorprender los veteranos”.
Consciente del paso del tiempo, asume con humor su apodo de “Landani”, en referencia al mítico Pantani. “Es una pena no subir como él, pero lo llevo con orgullo”, dice.