La llegada de la segunda etapa del Baloise Belgium Tour presentó una especie de castillo hinchable para ciclistas, una barrera de meta revolucionaria: un colchón de aire gigante diseñado para suavizar las caídas en los temidos sprints masivos.
Este invento promete que, si un corredor vuela por los aires a 70 km/h, al menos lo hará directo hacia un mullido colchón en lugar del vallado y ha sido desarrollado por la firma noruega Safe Cycling.
El dispositivo, mide diez metros de largo, un metro de alto y veinte centímetros de grosor cuando está inflado. Deshinchado, cabe en el maletero de un coche y puede instalarse con tan solo dos personas. “Nuestra intención es aplicarlo también en curvas peligrosas, cruces con obstáculos o bajadas arriesgadas. Solo hace falta un generador”.