El casco es el elemento más importante de tu seguridad sobre la bicicleta. Sabemos que lo hemos comentado en múltiples ocasiones, pero: te puede salvar la vida.
Como os explicábamos recientemente, el casco tiene fecha de caducidad y se debe cambiar no solo cuando tienes un accidente y se golpea fuertemente, sino también al cabo de unos años (normalmente entre 3 y 5 años, según el propio fabricante).
En cualquier caso, lo que sí es importante de cara a mantener intactas sus cualidades y por tanto su capacidad de protección, es tener el casco limpio, sin suciedad que pueda deteriorarlo.
Y además es muy sencillo y rápido si sabes cómo hacerlo. Te damos los pasos para ello según las distintas partes del mismo.
Estructura
Es la parte más importante pero a su vez no es la más delicada. Podrás utilizar para su lavado una esponja o una bayeta y frotar en las zonas más sucias evitando rayar las superficies.
Además es importante no usar productos químicos muy agresivos, como aquellos con petróleo o productos derivados del petróleo, pues pueden dañar ya no solo el exterior y la estética del casco, sino también a la propia estructura encargada de absorber la energía en caso de caída. Y eso sí puede ser un problema.
Almohadillas
Lo recomendables es lavar las almohadillas a mano en un barreño con un jabón neutro. También puedes meterlas en la lavadora en un ciclo de limpieza poco agresivo (baja temperatura y centrifugado lento), pero te arriesgas a que las almohadillas se deterioren y acaben siendo inservibles. Si te ocurre esto, deberás cambiarlas por unas nuevas, obviamente.
De cara al secado, nunca debes utilizar la secadora. Las altas temperaturas es posible que dañen los tejidos, de modo que es mejor dejarlas airearse y esperar más de un día si fuera necesario para que terminen de estar completamente secas.
Correas
Es una parte fabricada principalmente en textil, aunque en ocasiones algunas partes pueden ser de plástico. Al igual que las almohadillas deberás usar agua tibia y un jabón neutro. Deberás frotarlas a mano y hacer mayor hincapié en las zonas más sucias.
Es extremadamente sencillo. Lava el casco con agua y con un jabón suave. Se puede hacer en cualquier fregadero o bañera, ¡aunque hasta hemos oído historias de personas que se han duchado con el casco puesto!
