Puro espectáculo. El Landismo nunca ha muerto.
Las valientes actuaciones de Mikel Landa quedarán grabadas en los libros de la historia del ciclismo.
Su ataque a falta de 47 km, en el puerto de Saldias, para el final de la segunda etapa de la Itzulia de 2023 o el de la cuarta etapa de la pasada Vuelta en el Pico Villuercas o la victoria en la etapa del Mortirolo con final en Aprica en el Giro de Italia de 2015.
Y tantos otros que han emocionado al ciclismo español. Coraje, valentía y atrevimiento se han personificado en un Landa que nunca se ha rendido. El vasco está decidido a seguir luchando por grandes títulos.
Uno de los retos del español en 2025 será hacer el mejor puesto en el Giro de Italia 2025.
Esta vez se enfrentará a ciclistas de gram entidad como Primoz Roglic, Adam Yates o Juan Ayuso.
A sus 35 años liderará el Soudal Quick Step en ausencia de Remco Evenepoel que era, a priori, quién iba a coger los galones. Pero, la caída en pretemporada cambió sus planes y se centrará en las Ardenas y el Tour de Francia.
Así, el ciclista vasco volverá a la carrera donde se convirtió en una figura extremadamente popular en 2015, donde terminó tercero en la clasificación general.
Una edición agridulce con victorias de etapa impresionantes, pero también con cierto drama y controversia sobre su papel con el Astana y su líder, Fabio Aru, en ese momento.
El mismo Landa expresaba que está contento en correr la Coesa Rosa la cual ocupa un lugar especial en su corazón. “Es la carrera que me ayudó a hacerme un nombre como ciclista”. Y afirmaba que será un gran reto para él dado el altísimo nivel de los favoritos.
“Haré todo lo posible para luchar por una victoria de etapa y un buen resultado en la general”
