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Kristen Faulkner “Mi victoria en La Vuelta Femenina fue clave para mi oro olímpico”

KRISTEN FAULKNER
Kristen Faulkner © Unipublic / Alex Berasategi

A veces, los espectadores no somos capaces de apreciar la calidad, los matices o las repercusiones de las actuaciones de los deportistas a los que admiramos.

Del mismo modo, los deportistas tampoco se hacen una idea de lo que sus logros y acciones pueden significar para los espectadores. Es comprensible: el ruido de la calle no penetra en el interior de la burbuja de la alta competición, donde sólo importan el rendimiento y los resultados.

Sin embargo, si estás leyendo esto probablemente conozcas el sentimiento de cómo presenciar el éxito o el fracaso de una persona que no conoces (y jamás conocerás) puede marcar tu día… o cambiar tu vida.

Cuando Kristen Faulkner (1992, Homer – Alaska) ganó la cuarta etapa de La Vuelta Femenina 24 by Carrefour.es, pocos podían imaginar que ese éxito iba a ser clave de cara a un futuro triunfo en París 2024, donde se colgó la medalla de oro tanto en la prueba de fondo en carretera como en la persecución por equipos en pista. Fue una semana fundamental que la elevó a otra dimensión como deportista al convertirla en una referente y una fuente de inspiración para otras personas.

El camino de la campeona nacional estadounidense hasta el apogeo deportivo ha sido atípico. De hecho, hasta los 27 años ni siquiera era ciclista de competición. Nacida y criada en Alaska, estudió Ingeniería Informática en Harvard y después se convirtió en analista para fondos de capital riesgo, lo cual la llevó a trabajar en Nueva York y California.

En este tiempo, fue enamorándose paulatinamente de la bicicleta hasta el punto de decidirse a renunciar a su carrera financiera para emprender otra como corredora.

KRISTEN FAULKNER
Kristen Faulkner © Unipublic / Alex Berasategi

Unos años después, Faulkner ya está asentada como ciclista de primer nivel y es una excelente embajadora para su deporte; un rol que le encaja como anillo al dedo porque, dada su trayectoria vital, conoce perfectamente las exigencias y las posibilidades que implica.

Para esta entrevista con La Vuelta Femenina, nos atiende desde Girona, su residencia en suelo europeo, con un colgante de los aros olímpicos al cuello.

La líder de EF Education–Oatly se está preparando para regresar a la gran ronda femenina española el próximo 4 de mayo, y durante la conversación reflexiona sobre cómo el éxito olímpico ha cambiado su vida… y cómo La Vuelta fue esencial para conseguirlo.

Empecemos por la pregunta más importante: ¿cómo estás?

Muy bien. He pasado unas semanas concentrada en altura, en Sierra Nevada, y la semana pasada participé en la Flecha Brabançona y la Amstel Gold Race para quitar un poco de ‘carbonilla’ de las piernas en vísperas de Lieja-Bastoña-Lieja y La Vuelta Femenina

Has competido muy poco hasta ahora. ¿Por qué?

He estado muy liada esta post-temporada. Las medallas olímpicas me han acarreado muchísimos compromisos fuera de la bicicleta; por ejemplo, he ejercido de ponente en muchos eventos. De acuerdo con el equipo, decidimos que lo mejor era empezar la temporada un poco más tranquila que otros años.

Se sumó que, en diciembre, sufrí una caída haciendo gravel en California que me produjo una conmoción cerebral. No pude entrenar con calidad hasta mitad de febrero. El plan era que empezara la campaña tarde, y esa conmoción cerebral la ha retrasado más todavía.

¿Cuál es tu estado de forma actual?

Todavía estoy evolucionando, y no he llegado a mi mejor forma. El entrenamiento en altura me ha servido para sentar bases, pero todavía me queda un saltito que consiste en disputar carreras para recuperar esa chispa que no se puede entrenar.

Con más tiempo, más competición y más entrenamientos, volveré a mi mejor versión.

Rebobinemos 12 meses. ¿Cuáles son tus recuerdos de la anterior edición de La Vuelta Femenina?

Como equipo, las EF Education-Oatly estuvimos fortísimas. Rendimos bastante bien en la crono por equipos y eso nos sirvió para lanzarnos y ganar dos etapas [con Alison Jackson en Moncófar y la propia Faulkner en Zaragoza], además de acabar segundas en otra.

Éramos un bloque potente y muy unido. Queremos repetir la actuación este año.

KRISTEN FAULKNER
Kristen Faulkner © Unipublic / Alex Berasategi

Tu victoria de etapa, en particular, llegó en un día frenético: la etapa más rápida en la historia del UCI Women’s WorldTour, disputada a 46,754 km/h entre Molina de Aragón y Zaragoza. ¿Disfrutaste del día?

¡Me encantó! Es muy divertido competir cuando estás fuerte y preparada para hacerlo, tanto mental como físicamente. Sólo con eso, el resultado da igual.

Pero es que ganar también es divertido; a fin de cuentas, somos deportistas y nos gusta ganar. Fue una carrera muy divertida, y la celebración con el equipo por la noche también lo fue.

Además, la afición estaba muy volcada con nosotras ese día: el ambiente fue fantástico.

¿Qué significó esa victoria para ti? ¿Qué aprendiste sobre ti misma?

Siempre he sido una corredora ofensiva, pero lo que ocurrió en La Vuelta Femenina fue súper interesante. Aceleré llevando a varias de las mejores ciclistas del mundo a mi rueda.

Mucha gente hubiera visto lo que había y se habría parado, pero yo ese día seguí apretando y resulta que logré descolgarlas y hacer hueco. Eso fue clave de cara a la prueba de fondo en carretera de los Juegos Olímpicos.

Ese día, también, ataqué con varias rivales cerca de mi rueda y mi rebufo. Tuve que descolgarlas tal y como hice en la Vuelta. Y fue la Vuelta la que me enseñó de qué era capaz, ayudándome a entender que tengo que dar mi 100% incluso cuando hay una sombra de duda en mi mente.

¿Cuánto ha cambiado tu vida con el éxito olímpico?

París 2024 no alteró la percepción que yo tengo de mí misma, pero sí que ha cambiado la percepción que la gente tiene sobre mí. Desde el punto de vista mediático, estoy más solicitada que nunca y he tenido que aprender a equilibrar esto con mi carrera profesional y mi vida personal.

Los aficionados me reconocen cuando estoy entrenando, y hay gente que me manda mensajes a través de las redes sociales pidiéndome consejos sobre cómo luchar por sus sueños o cómo dar un giro a su vida, como yo hice en su día. Estoy más ocupada fuera de la bici, pero tanto en mi vida personal como sobre la bici sigo siendo la misma persona.

Estoy tan motivada como siempre, y sigo enamorada de este deporte. Hay gente que pierde la motivación cuando consigue una gran victoria; yo, no. Sigo siendo ciclista y sigo teniendo objetivos por alcanzar.

¿Cuáles serían?

Quiero ganar una etapa en el Tour de Francia para completar la ‘trilogía’ de las grandes vueltas, aprovechando que ya tengo victorias de etapa en el Giro y la Vuelta.

Quiero ganar un Monumento. Quiero ganar la Strade Bianche. Quiero subir al podio del Mundial CRI. Y quiero ganar la general de alguna ronda por etapas, en algún momento…

El hecho de que seas una fuente de inspiración por lo particular de tu trayectoria, ¿te motiva?

Diría que sí. Siempre me ha motivado el mero hecho de ser ciclista, pero ahora es diferente porque no es una simple cuestión de resultados: ahora quiero inspirar a los aficionados y animarles, mostrándoles que existen caminos para llegar a cualquier sitio que ellos deseen; caminos que pueden tomar.

Me gustaría conseguir que más mujeres monten en bicicleta. En Estados Unidos se están retransmitiendo más carreras femeninas que nunca, y quiero mostrar a las espectadoras hasta dónde pueden llegar si se deciden a competir.

También me gusta pensar que le estoy dando a la gente una razón para unirse, animarnos y compartir emociones en un momento donde la sociedad está muy dividida.


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