Más que un ciclista. Gino Bartali es uno de los mejores ciclistas dentro, y sobre todo, fuera de las carreteras. Bartali consiguió un total de 5 Grandes Vueltas: 3 Giro de Italia (1936, 1937 y 1946) y 2 Tour de Francia (1938 y 1948). El italiano dominó en las clásicas de su tierra conquistando Milán-San Remo tres veces (1939, 1940 y 1947) y el Giro de Lombardía en dos ocasiones (1936 y 1939).
Además, se consagró campeón nacional de Italia en ruta en cuatro oportunidades (1935, 1937, 1940 y 1952). Aparte de su versatilidad y capacidad para ganar en diferentes tipos de carreras, il Ginettaccio también dejó una huella indeleble en la historia de la humanidad, demostrando que la verdadera grandeza reside en el coraje.
Contra nazis y fascistas
El doble ganador del Tour nacido en 1914, vivió en una época convulsa y difícil: una Segunda Guerra Mundial, cuando Italia se encontraba bajo el yugo del régimen fascista. Un contexto en el que utilizó su fama y habilidades ciclistas para una causa mucho mayor: salvar vidas.
En una época de persecución y terror, el italiano se adhirió a una red clandestina para que judíos y otros perseguidos por los nazis y fascistas puedieran escapar de la muerte.
Héroe sobre ruedas
Bartali transportó documentos falsificados escondidos en el cuadro de su bicicleta. Su valentía y determinación le ayudó hacer diferentes viajes entre Florencia y Asís en donde arriesgó su propia vida.
Así, el legado de il Ginettaccio trasciende el ciclismo. Su vida y sus actos de valentía y compasión nos recuerdan que los héroes pueden surgir en los momentos más inesperados y en los lugares más improbables
De esta forma, el italiano se convirtió en un héroe silencioso durante uno de los períodos más oscuros de la historia. Además, es un claro símbolo de resistencia durante y después de la Segunda Guerra Mundial son ampliamente reconocidos.