Peligrosidad al manillar. En los últimos años, el ciclismo profesional ha sido testigo de una tendencia creciente: la inclinación de las manetas de freno hacia el interior del manillar, como hacían Pello Bilbao o Caleb Ewan. Esta modificación busca mejorar la aerodinámica y, por ende, la velocidad de los ciclistas.
Una solución que se estableció tras la prohibición de apoyar los antebrazos sobre el manillar para adoptar una posición más aerodinámica sobre la bicicleta.
Esta moda de las manetas hacia adentro no es nueva y ha demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la aerodinámica en el ciclismo. La posición de las manetas hacia adentro permite a los ciclistas adoptar una postura más estrecha, reduciendo la resistencia al viento y mejorando la eficiencia aerodinámica. Esta técnica ha sido utilizada por corredores sobre todo para obtener ventajas en las contrarrelojes sin infringir las normas existentes en ese momento.
Limitación clara
Pero también supone un cierto riesgo para los ciclistas, ya que puede provocar una tensión adicional en el manillar, lo que podría causar fallos estructurales como las consecuentes grietas en ellos. La inclinación extrema de las manetas puede limitar la capacidad de frenado. Además, esta práctica podría dificultar el acceso rápido a los frenos en situaciones de emergencia, comprometiendo la seguridad del ciclista.
Sin embargo, la Unión Ciclista Internacional decidió controlar el uso de las manetas en las bicicletas debido a los riesgos asociados a esta práctica, anunciando que, a partir de 2024, se prohibirá la inclinación excesiva de las manetas de freno hacia el interior del manillar. El artículo 1.3.022 del reglamento técnico de la UCI establece un límite de angulación del 10% respecto a la parte baja del manillar, y los comisarios utilizarán herramientas específicas para medir y garantizar el cumplimiento de esta normativa.
Esta decisión ha sido respaldada por figuras destacadas del ciclismo, como Adam Hansen, presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA), quien ha señalado que la seguridad debe ser prioritaria y que la modificación de las manetas podría tener consecuencias graves en caso de fallos mecánicos.
Además, la UCI ha indicado que, a partir de 2025, se exigirá que las manetas de freno se instalen siguiendo las directrices del fabricante, evitando modificaciones que puedan comprometer la integridad del equipo.
De hecho, marcas no tan conocidas como la italiana Toot Racing o la alemana Lambda, han lanzado al mercado nuevos modelos de manillar para carretera que se adaptan a la nueva normativa de la UCI, evitando así problemas en forma de multas o sanciones a los corredores.
En el caso de la marca italiana, su nuevo manillar Ashaa RR Bar que está fabricado con diferentes materiales en impresión 3D destaca su estrecho espacio que hay entre las manetas, de solamente 21 cm entre los lados exteriores.
Respecto, la marca alemana, tiene su propio modelo de manillar aero estrecho e inclinado, el Tuning-Cross Wing, Un manillar fabricado en carbono y con un diseño menos radical, pero que logra reducir hasta los 32 cm la longitud entre las puntas exteriores de las maneras.
En definitiva, unque la inclinación de las manetas hacia adentro puede ofrecer ventajas aerodinámicas, los riesgos asociados han llevado a la UCI a implementar regulaciones más estrictas para garantizar la seguridad de los ciclistas. Es fundamental que los equipos y corredores se adapten a estas nuevas normativas para evitar sanciones y, más importante aún, para preservar la integridad física de los deportistas.
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