Platos como la paella, la fideua, el esgarraet, el arnadí o el aspencat se pueden degustar mientras se pedalea por algunos de los mejores lugares de la Comunitat Valenciana, que es un paraíso para los amantes del cicloturismo y la gastronomía.
Un clima privilegiado, unos paisajes espectaculares y una rica tradición culinaria, hacen que la Comunitat Valenciana sea una región que ofrece experiencias únicas para quienes disfrutan de pedalear y degustar los mejores sabores. A continuación, te presentamos algunos de los destinos más recomendados para combinar ciclismo, cultura y buena comida.
Peñíscola
La ruta costera hasta Peñíscola permite a los cicloturistas disfrutar del Mediterráneo y de uno de los pueblos más bonitos de España. La Serra d´Irta, la joya de la costa castellonense, es un entorno virgen que ofrece rutas para los más talibanes del MTB o paseos tranquilos. Una tranquilidad que también se puede percibir pedaleando por la ruta R08, una ocasión para aquellos que quieren conocer las playas de Peñíscola, tanto la zona más turística próxima a la localidad como, bajando hacia el sur, por el Camino de Pobre, una zona de calas vírgenes donde relajarse.
Además, se vislumbrarán lugares icónicos como la Cala el Moro, el castillo del Papa Luna o el Marjal de Peñíscola, que pueden ser acompañados al finalizar con una buena comida con pescado fresco, arroz caldoso o langostinos en alguno de sus restaurantes con vistas al mar.
Ciclismo y arrozales
La ciudad de Valencia es el punto de partida ideal para una ruta en bicicleta hasta el Parque Natural de la Albufera. La Volta a l’Albufera es un recorrido circular de 78 kilómetros que empieza y acaba en Valencia con el fin de conocer los diferentes ecosistemas que forman el parque.
Una propuesta que se puede empezar desde el carril bici próximo al puente de l’Assut d’Or para ir descubriendo la transición entre el espacio urbano y las aguas de la laguna, pasando por el bosque mediterráneo litoral de la Devesa.
La Volta a l’Albufera permite disfrutar de un entorno natural privilegiado y culminar con una auténtica paella valenciana en restaurantes tradicionales como La Matandeta o Bon Aire. La combinación de aire fresco, paisajes lacustres y la mejor gastronomía convierte a esta ruta en una opción inigualable.
Entre viñedos
La localidad de Requena es una visita obligada para los amantes del cicloturismo. Bordear el Parque Natural de las Hoces del Cabriel a través de carreteras tranquilas es una ocasión para contemplar los bellos paisajes de viñedos y montañas. Más aventurera es La Vuelta a la Sierra del Remedio por Villar de Olmos y Villar de Tejas al Remedio. Una de las clásicas salidas de la zona por su encantador recorrido, especialmente durante la ascensión del puerto del Remedio.
Unas jornadas en las que podrás acompañar degustando embutidos artesanales y maridarlos con los famosos vinos de la DO Utiel-Requena. Bodegas como Pago de Tharsys o Hispano Suizas ofrecen experiencias gastronómicas y visitas inolvidables.
Dénia
La Vía Verde de Denia es una ruta de 5,9 km sencilla y encantadora que permite descubrir la belleza de la costa y el Montgó. Un recorrido imprescindible entre naranjos para ir a la playa de Las Marinas, pueblos vecinos o proseguir hasta el Parque Natural de la Marjal.
Esta vía verde se puede acabar acudiendo a restaurantes de gran prestigio y con estrellas Michelin como Quique Dacosta donde probar la mejor cocina marinera con platos como la gamba roja de Denia o el arroz a banda.
Castellón
Castellón es un paraíso lleno de apasionantes experiencias. El Maestrat Gravel GranTour o el Maestrat MTB GranTour permiten disfrutar del gravel y el MTB por el interior del Maestrat. Diez etapas en cada itinerario para recorrer la destinación turística Maestrat, ànima interior a través de los paisajes espectaculares, pueblos con encanto e impresionantes vestigios históricos como Sant Mateu, Sant Jordi o Càlig.
La Vía Verde del Mar de 6 km de Benicàssim y Oropesa del Mar, que forma parte de la Ruta EuroVelo 8 es una oportunidad para emprender un paseo tranquilo y ameno junto al mar descubriendo las calas de Oropessa del Mar y el escarpado paisaje del Monte Bolavar. Degustar la gastronomía local con platos como la fideuá o el suquet de peix son la guinda del pastel a este plan fantástico sobre ruedas por la costa agreste y natural.
Cicloturismo entre arrozales
Otra alternativa suave y sosegada es pedalear por el Parque Natural de la Marjal de Gandía, que se puede empezar visitando desde gandía a través del Camí de L’Alqueria de Potes y finalizar volviendo en dirección opuesta por el Cami de la Sèquia de Rei.
Un espacio natural que es idóneo para rutas suaves y relajadas y que ofrece paisajes impresionantes como los del Marjal de Xeresa, el ‘Ullal de l’Estany’ o el ‘Ullal Fosc’. En Gandía se puede disfrutar de una variada oferta gastronómica con platos como la fideuá, originaria de la localidad.
Naturaleza y tradición
Para los ciclistas más aventureros, la Sierra de Espadán ofrece rutas exigentes rodeadas de bosques de alcornoques. Pistas, caminos y sendas trialeras forman el primigenio ambiente rural junto a enmarañados encinares, pozas de agua cristalina, cascadas y almendros en flor.
En sus pueblos, como Eslida, Almedíjar o Aín, se pueden degustar productos tradicionales como la miel, las almendras y el aceite de oliva virgen extra. En esta Sierra se puede pedalear contemplando los paredones de la Maimona y lugares únicos como la cascada “El salto de la novia”.
Con estas propuestas, la Comunitat Valenciana se convierte en un destino ideal para disfrutar del ciclismo, la gastronomía y el patrimonio cultural. Cada ruta ofrece experiencias únicas, perfectas para quienes buscan combinar la pasión por la bicicleta con el placer de la buena comida.
