Flandes es mucho más que adoquines, cerveza y ciclocross (que no estaría nada mal ya de por sí): es una tierra donde el ciclismo se vive como una religión. Cada curva, cada adoquín, cada café de pueblo tiene algo que contar. Es la Meca de cualquier ciclista que se precie.
Por cortesía de Cycling in Flanders, hemos tenido la oportunidad de recorrer dos de las rutas más emblemáticas del país, siguiendo los pasos de las leyendas a las que homenajean: Eddy Merckx y Sven Nys. Un viaje que no sólo pone a prueba las piernas, sino que también conecta con la esencia de este deporte. Carretera y ciclocross. Historia y barro. Leyenda pura.
La ruta de Eddy Merckx: homenaje al Caníbal
No hace mucho que se ha actualizado esta ruta, casi duplicando su distancia hasta los ahora 149 km. Eso no es moco de pavo por lo que, con muy buen criterio, nuestro embajador Ewoud Lagring nos sacó del hotel en Lovaina y nos llevó el día anterior a cargar el depósito a la Cervecería De Coureur. Allí disfrutamos de una extraordinaria degustación de cervezas artesanas entre motivos ciclistas, que por supuesto es la temática del local.
Para los sólidos fuimos a cenar al restaurante palestino Habibi en HAL 5, un espacio guapísimo fuera de los estándares turísticos que te hace meterte más en harina.
La primera etapa del viaje nos llevó al Brabante Flamenco, cuna del mítico Eddy Merckx. La amable gente de Go4Cycling nos llevó junto a las bicis de alquiler hasta Tielt-Winge, el punto de partida, que está cerca de Meensel-Kiezegem, el pueblo natal del Caníbal. Ahí se puede sentir la presencia de Eddy contemplando su mural y la estatua que le han dedicado en la plaza.
La ruta transcurre entre suaves colinas, carreteras estrechas y paisajes rurales que parecen salidos de otra época.
Aunque el perfil no tiene muros flamencos ni adoquines extremos, el trazado es un poco rompepiernas, con subidas cortas, falsos llanos y un ritmo que no da tregua. Ideal para entender de dónde surgió esa resistencia infinita que convirtió a Merckx en el más grande. Por ejemplo la anécdota sobre su tardía primera victoria del Tour de Flandes es épica.
Entre los puntos destacados, pasamos por su lugar de nacimiento, y por carreteras donde entrenaba antes de conquistar el mundo. Es una ruta perfecta para los amantes del ciclismo de ruta, con tramos exigentes pero disfrutables, especialmente si uno se deja llevar por el espíritu competitivo que aún flota en el aire. Si bien a posteriori tu culo te recordará la importancia de comprar culotes con badanas de calidad.
Tardamos poco más de 6 horas en completar la ruta, con lo que llegamos con tiempo suficiente para cenar temprano como es costumbre en estas tierras del norte. A las 20h ya estábamos moviendo el bigote en Le Troubadour. No es el sitio más barato del lugar pero madre mía… una vez en la vida hay que ir.
Datos de la ruta de Eddy Merckx:
- Longitud: 149 km (Circular)
- Modalidad: carretera
- Duración: 6 horas
- Adoquines: 1 km
- Terreno: ondulado, sin grandes puertos
- Desnivel: 1.129m
Ruta de Sven Nys desde su Cycling Center: el templo del ciclocross
La segunda parte del viaje cambió tanto de terreno como de estilo. Nos trasladamos a Baal, el pueblo natal de Sven Nys. Allí se encuentra el Sven Nys Cycling Center. Aquí el ciclocross es religión, y el centro es mucho más que un museo: es un espacio interactivo, un parque de entrenamiento y un punto de encuentro para quienes viven el barro como una forma de vida.
Tiene un circuito permanente de ciclocross de acceso libre, y hasta un dispensador gratuito de crema solar. Que no falte de nada.
En España quizá Sven sea menos conocido que Eddy, pero es una leyenda viva del ciclocross belga; para muchos el ciclocross personificado. De hecho comparte el apodo de “El Caníbal” con Merckx. Nació en 1976 y dedicó más de dos décadas a dominar una disciplina tan exigente como espectacular. Dos títulos mundiales, siete Copas del Mundo y nada menos que nueve campeonatos de Bélgica. Tenía una técnica impecable, potencia explosiva y una inteligencia táctica fuera de lo común. Como decía fue apodado “el caníbal del barro” por su dominio absoluto durante los años 2000 y por su capacidad para convertir cualquier circuito, por duro o resbaladizo que fuera, en territorio propio. Hoy, retirado pero muy activo en el desarrollo del deporte, su legado vive tanto en las rutas que llevan su nombre como en este Sven Nys Cycling Center que nos ocupa.
Desde ahí, la ruta de Sven Nys nos llevó por senderos más técnicos, tramos boscosos y colinas cortas pero intensas. Una experiencia completamente distinta a la de carretera, donde interviene más el equilibrio, la potencia y la técnica.
De camino encontramos muchos puntos de interés, como el mural de Sven Nys, los tramos de adoquines, el paso por el mural de Eddy Merckx nuevamente, o las impresionantes escaleras flotantes de Vlooybergoren.
Para el sprint final en la última rampa del recorrido, y con las piernas más tiesas que el wolframio, sólo me quedó lanzar una bomba de humo que no engañó a nadie para cerrar la jornada entre risas.
Ni que decir tiene que nuestro buen amigo Ewoud se encargó de nuestra reposición energética llevándonos a cenar al restaurante De Hoorn, en la antigua fábrica de Stella.
Datos de la ruta de Sven Nys
- Distancia: 108 km (Circular)
- Modalidad: carretera
- Duración: 5 horas
- Adoquines: 1,5 km
- Terreno: ondulado con rampas cortas pronunciadas
- Desnivel: 897 m
Más allá del ciclismo
Además de pedalear, Flandes ofrece una experiencia cultural y gastronómica inigualable tal y como muestran las pruebas presentadas. Desde las cervezas trapenses hasta la calidez de los cafés ciclistas como el Black Coffe (en el que pude disfrutar de un gigantesco café con lecho a la mañana siguiente), pasando por el cariño con el que se cuida cada ruta señalizada. Aquí el ciclismo no es solo deporte: es identidad.
Cada pequeño detalle satisface, como el respeto de los vehículos motorizados hacia los ciclistas no tiene parangón; es algo que lleva la experiencia a otro nivel.
Tienes que ir
Recorrer Flandes en bicicleta es más que un viaje. Es una inmersión en la historia viva del ciclismo, en sus héroes y en sus paisajes. Las rutas de Eddy Merckx y Sven Nys son dos caras de una misma pasión: una que se siente en cada pedalada y en cada conversación con los locales. Volver a casa después de esto es hacerlo con las piernas cansadas, pero con el corazón más ciclista que nunca.
