“El cuerpo humano es increíble” escribió Tom Pidcock en su cuenta Instagram. Y vaya si lo es. El ciclista británico del INEOS Grenadiers pasó por el quirófano después de romperse la clavícula en cinco partes y en menos de una semana – en seis días para ser exactos – ya vuelve a estar encima de su Pinarello y rodando por la carretera.
Pidcock sufrió un accidente mientras entrenaba en Andorra con la bicicleta de contrarreloj y la partió en dos a causa del impacto contra un coche. Según explicó su entrenador Kurt Bogaerts, que iba detrás de él, el ciclista del INEOS bajaba rápido por una carretera y chocó contra un coche que salió de uno de los laterales.
Sin prácticamente tiempo de descanso y con la vista puesta en la prueba de Mountain Bike de los Juegos Olímpicos de Tokio, uno de los jóvenes más prometedores del ciclismo actual junto a los Mathieu Van der Poel, Tadej Pogacar, Egan Bernal y compañía, ha vuelto a protagonizar una de esas recuperaciones no aptas para la mayoría de mortales.
Él mismo ha colgado un vídeo rodando por la carretera, así como ejercitándose en el rodillo y haciendo flexiones. De hecho, en su currículum ya figura otra recuperación exprés. En 2019 sufrió una caída con lesiones importantes en el Tour del Porvenir y en un mes, estaba de vuelta disputando los campeonatos del mundo en ruta sub-23 que se celebraron en Yorkshire, cerca de su ciudad natal.
De no ser por la caída, el británico de 21 años – debutante este año en el World Tour y de qué manera – tendría que estar con el INEOS en el Tour de Suiza. Su retorno se espera en la prueba de la Copa del Mundo de MTB de Les Gets, el próximo 4 de julio.
“El tren de las ganancias ha salido de la estación”, añadió Tom Pidcock en el mismo comentario de Instagram. Y no le falta razón. Ha salido y parece que no hay quién lo pare.
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Increible la pasta de la que estamos hechos los ciclistas, las caídas son aveces muy duras y complicadas pero siempre nos recuperamos y salimos, un gran aliado nuestro es el kinesiotape.