En otoño los caminos suelen estar embarrados. Las ramas y raíces mojadas pueden hacer que nuestra bici no traccione correctamente o incluso puede provocarnos más de un susto debido a alguna caída.
Por eso queremos darte algunos consejos relacionados con tus ruedas de cara a evitar esos peligros y disfrutar más de tus salidas durante esta época lluviosa y fría en el hemisferio norte.
Cubiertas según la estación
Lo óptimo será cambiar las cubiertas cuando sepamos que vamos a realizar muchos kilómetros en estas condiciones. Es decir, si puedes, cambia las cubiertas en función de la estación en la que vayas a rodar.
Elige bien los tacos
Como decíamos, en otoño es más habitual encontrar caminos embarrados, piedras mojadas y raíces resbaladizas. Así pues, lo ideal será cambiar nuestros neumáticos por unas cubiertas con más tacos y de mayor profundidad.
La diferencia entre unos neumáticos con más y menos taco es muy grande, sobre todo en las condiciones más adversas y exigentes. En las curvas cerradas y sobre todo cuando haya mucho barro tener unos tacos generosos en la rueda pueden resultar decisivos.
Compuesto del neumático
En condiciones de baja estabilidad y adherencia cobra especial importancia el compuesto con el que están fabricadas las cubiertas que lleva nuestra bici. En este caso lo mejor serán compuestos blandos que, aunque se desgasten con más facilidad, también nos van a aportar una mayor capacidad de agarre.
Para distinguirlos, un truco es tocarlos, apretar y notar como se comprime. Suele compararse con la textura que tiene el regaliz negro o el corcho.
Presión de los neumáticos
En el caso de que no puedas montar unas cubiertas específicas para esta época del año, siempre podrás jugar con la presión de las ruedas. Y ajustar la presión es fácil y rápido.
De manera rápida y general, cuanto más baja sea la presión, mejor se adaptará un neumático a las características del terreno. De manera general, una presión baja aumenta el área de contacto y por tanto, permite una mayor tracción.
Sin embargo hay que tener en cuenta que bajar demasiado la presión puede aumentar el riesgo de pinchazos e incluso la posibilidad de que el choque con una piedra acabe dañando la llanta.
Una solución para este problema es usar espumas antipinchazos que rellenen el interior de la rueda (sobre todo en el caso de las ruedas tubeless), lo cual te permitirá reducir la presión y mejorar la superficie de agarre.
Sistema tubeless
Por un lado, utilizar ruedas tubeless te permite aligerar el peso de las ruedas, lo cual es siempre una buena noticia. Pero es que además mejorarás la tracción al poder reducir la presión de las ruedas, tanto por el sistema en sí mismo, como gracias a las anteriormente citadas espumas antipinchazos y el líquido que sella pequeños pinchazos.
