España es todo un paraíso para los cicloturistas. Rutas tan conocidas como el Camino de Santiago, la Transpirenaica, la Vía de la Plata o la Vía Augusta te permiten disfrutar de tradición, cultura e historia sobre la bicicleta.
Tan populares son los viajes de cicloturismo en nuestro país que hasta la red social Strava lo confirma. España fue el destino más elegido para practicar turismo deportivo. Casi dos millones y medio de turistas nos visitaron para practicar este deporte.
Si eres aficionado al ciclismo y quieres vivir la experiencia de hacer turismo sobre tu bicicleta, no pierdas detalle. Te ofrecemos algunos consejos sobre cicloturismo y qué debes tener en cuenta en tus aventuras como cicloviajero.
¿Cuántos días va a durar la ruta?
La primera decisión que debes tomar es el número de etapas van a componer tu ruta. Puedes dedicar más de una semana a esta experiencia, que es el tiempo que lleva la Vía Verde Ojos Negros o algunos itinerarios del Camino de Santiago; o bien acortar tu viaje a solo dos o tres días. Todo dependerá de tu disponibilidad de tiempo y de tu condición física.
Para elegir la ruta puedes bucear entre páginas webs de información turística, en la plataforma Wikiloc o en empresas que diseñan viajes organizados de cicloturismo.
¿Cómo vas a trasladar la bici?
Otro detalle importante es el lugar de origen y destino de la ruta. ¿Necesitas desplazarte hacia otra ciudad o un espacio natural para comenzar la ruta? Y una vez concluida la experiencia, ¿cómo vas a volver a casa? Aquí se abren varias posibilidades:
- Utilizar un vehículo privado como un coche, una caravana, autocaravana o furgoneta camper. No olvides el portabicicletas ni la señalización obligatoria para transportar la bici.
- Viajar en en transporte público (avión, tren o barco) acompañado de la bicicleta y el equipaje. Consulta bien las condiciones de vuelo o traslado, prestando atención a las dimensiones y el peso permitido, además de los posibles suplementos por transportar las bicis en bodega.
- Enviar la bicicleta por mensajería. En Correos ofrecen este servicio desde 48,05 euros tanto a destinos nacionales como europeos.
Haz una revisión previa de la bicicleta
Antes de realizar un trayecto largo, es recomendable comprobar aspectos mecánicos como la presión de los neumáticos, el líquido de frenos o los niveles de aceite.
Durante unos días la bicicleta será tu medio de transporte. Verifica su estado general, engrasa la cadena y la transmisión y asegúrate de que los frenos están en perfecto estado. Si no tienes mucha experiencia con las revisiones mecánicas o prefieres que se ocupen profesionales, lleva tu bici a un taller especializado.
Adquiere tono físico suficiente para completar la ruta
En un viaje de cicloturismo la distancia mínima a recorrer cada día puede oscilar o superar los 50 kilómetros. Y lo difícil no es terminar una etapa, sino ir afrontando las siguientes con cansancio ya acumulado. .
Los cicloturistas y globeros que llevan años montando en bici no necesitan una preparación física especial para completar la aventura. Pero aquellos que no están tan habituados a la práctica ciclista, sí han de ganar algo de tono físico y resistencia muscular. Así podrán afrontar con confianza la ruta. Para lograrlo, puedes seguir estos consejos útiles:
- Rodar en bici por terrenos similares a los de la ruta varias veces a la semana para ir adaptándote a la distancia a recorrer durante el viaje, aumentando el número de kilómetros de manera progresiva.
- Alternar las sesiones en bici con otras actividades aeróbicas para adquirir más forma física, sin exponerte a sobreentrenamiento en bicicleta.
- Diseñar salidas a modo de simulacros en las que añadas todo el material que vas a utilizar durante el viaje: alforjas, equipamiento ciclista, comida, hidratación y repuestos mecánicos.
Equípate bien para tu viaje
Una aventura de este tipo obliga a escoger bien la bicicleta de viaje para cicloturismo. Selecciona una con la que te sientas cómodo y puedas usar de manera continuada durante varias horas. Eso sí, ten presente las superficies por las que va a discurrir tu ruta para que el bikepacking te resulte cómodo.
Tendrás que añadir un par de alforjas o portabultos con los que desplazar el equipaje de manera segura, sin cargarte mucho de peso. Si no son impermeables, añade también al equipamiento fundas para utilizarlas en caso de lluvia.
Con respecto a la ropa, incluye material propio de ciclismo: maillots, culottes con badana, camisetas técnicas, forro polar para el frío y chaqueta impermeable. No olvides los elementos de protección: gafas de sol, casco, guantes y calas.
Para los momentos en los que no estés rodando, puedes echar mano de prendas básicas: varias mudas de ropa interior, camisetas y pantalón de deporte, alguna sudadera que no ocupe mucho espacio y calzado cómodo. Decide con criterio y no te pases con los “por si acaso”, ya que, cuanto más equipaje lleves, más peso acumularás sobre la bicicleta.
Por último, no olvides el kit básico de reparación: repuestos mecánicos, .
Alimentación e hidratación sobre la bici
En un viaje de este tipo, vas a montar en bici al menos durante cinco o seis horas al día. En esas horas de rodaje, tendrás que reponer energía con azúcar, barritas o geles energétios, frutos secos o chocolate.
Fuera de esas horas de práctica deportiva podrás comer en bares, restaurantes o comprar comida en tiendas de alimentación. Si vas a dormir en un camping, recuerda llevar tus propios utensilios de cocina. Esta opción no es la más aconsejable, ya que cargar con la tienda y los utensilios de montaje en las alforjas suma mucho peso y puede ser muy molesto.
Es recomendable llevar algo de pan y chacina, latas de conservas, patés y otros alimentos que puedan pasar varios días fuera de la nevera. Así no dependerás a diario de una visita al supermercado o una pequeña tienda de alimentación.
Tan importante o más que la alimentación es beber agua. Lleva siempre agua mientras estés sobre la bici. Bebe un poco cada media hora para evitar la deshidratación, en especial en climas cálidos. Puedes utilizar una mochila de hidratación o tus propios bidones, que podrás rellenar en fuentes, bares, gasolineras y otros lugares durante el trayecto.
Decide dónde dormir durante tu viaje
La última prueba de fuego para organizar tu viaje es el alojamiento. ¿Dónde vas a dormir? ¿Prefieres las comodidades de un hotel, un hostal, un albergue o te va más la vida aventurera de los campings?
Con esta última opción, no olvides la tienda de campaña, el saco de dormir y la esterilla. Por suerte, en muchas rutas de cicloturismo populares hay alojamientos pensados para ciclistas con talleres de reparación, puntos seguros para guardar las bicicletas y hasta servicios de alquiler.
Con todo, una cicloturista es lo bastante flexible como para que decidas el kilometraje diario y la duración como quieras. Organiza la experiencia de manera realista según tu condición física, tu disponibilidad y tus preferencias. Intenta no ser muy ambicioso la primera vez, ya que lo importante es quedarse con recuerdos memorables y querer repetir. ¡Disfruta del ciclismo y de la naturaleza!