Cada vez más se habla de la Inteligencia Artificial (IA) y su uso en diferentes deportes. El ciclismo, es la disciplina deportiva que más beneficios puede sacar de ella, ya que la IA se alimenta de datos, los cuales los ciclistas generan muchos y muy variados.
Así, la IA puede servir en muchos ámbitos del ciclismo, desde el diseño de las bicicletas, pasando por la planificación de los entrenamientos hasta la seguridad mientras se pedalea. Pasamos a ver algunos de los diferentes usos que tiene en el ciclismo.
Entrenamientos
Sin lugar a dudas, el campo donde la IA puede estar influyendo más en el rendimiento para alcanzar los objetivos, es en la planificación de los entrenamientos y la nutrición. El Big Data ha conseguido lo que antes se basaba en la experiencia y el conocimiento del entrenador para plantear un plan de entrenamiento, ahora se basa en los algoritmos de la inteligencia artificial. En el caso del ciclismo es “Small Data”, ya que no se manejan tantos datos (más de 1 Terabyte) como en otros procesos.
La IA puede adecuar la sesión a cada ciclista analizando el tipo de recorrido o el clima, tal como hicieron en el pasado el INEOS Grenadiers con su concepto de “ganancias marginales” para estudiar cada mínimo detalle y que le llevó a dominar el Tour en siete ocasiones. En la actualidad, la mayoría de los equipos WorldTour como el Jumbo-Visma recurren a los algoritmos para analizar los datos de sus ciclistas y bicicletas, ropa y resto de equipamiento para obtener el máximo de rendimiento.
Análisis personal
En este sentido, uno de los valores que más se analizan el ciclismo es la cadencia y la potencia de cada corredor durante o después de una carrera. Esta tecnológica permite, por ejemplo, comparar y detectar los datos que acentúan la diferencia en los tiempos entre los ciclistas de un equipo en una contrarreloj. La IA podría ser capaz de estudiar y concluir que potencia y cadencia que han mantenido los especialistas contra el crono para poder hacer los mejores tiempos y los compara con el resto del equipo.
Además, los datos de cada ciclista se podrían comparar con los de hace 5-10 años y poder sacar conclusiones para patrones de rendimiento durante la temporada.
Bicicletas y cascos
Cada vez más se fabrican bicicletas más especializadas a los gustos de los ciclistas y los equipos y esto es gracias a la tecnología que puede diseñar una bicicleta virtualmente basándose en unos datos que sé los fabricantes le han dado anteriormente. Unos datos como los puntos débiles, el material, la distribución del peso y las láminas que la IA procesa para recrear infinidad de nuevos diseños.
Un claro ejemplo es la bicicleta aerodinámica que batió el récord de velocidad y que la CVLab Neural Concept fabricó con un programa de IA, el Neural Concept Shape. Los ingenieros partieron de unas pautas como la altura, la anchura y el peso del ciclista para realizar simulaciones aerodinámicas y así elaborar los mejores diseños.
La gran ventaja de esto es el ahorro de la fabricación material y del tiempo de los diseños, porque si los resultados que se obtienen son positivos y cumplen con las expectativas de los propios fabricantes, se pueden poner a prueba en la realidad.
Otro ejemplo es como la IA mejora los cascos, los cuales se pueden diseñar a través de con distintas estructuras y materiales al analizar más rápidamente cómo se comportan estos castos al absorber la fuerza que se genera en un impacto.
Seguridad urbana
Una de las grandes preocupaciones de los ciclistas urbanos mientras pedalean es que se sienten inseguros y la IA es la gran aliada para la seguridad urbana de los ciclistas. Esta tecnología puede estudiar los carriles bici y las carreteras para analizar sus puntos de riesgo o los flujos de tráficos. Además, puede evitar accidentes o situaciones de peligro en que se pueden ver involucrados varios vehículos. Como ya existe, hay diferentes aplicaciones que te muestras la mejor ruta para en bici al lugar que desees.
El objetivo de la IA tiene que ser mejorar la infraestructura ciclista y localizar y solucionar las problemáticas que puede haber, sobre todo en las ciudades como giros o cruces peligrosos. Esta tecnología puede desarrollar sistemas de alerta para avisar a los vehículos y las bicicletas para que tomen medidas de precaución.
Actualmente, ya se están aplicando algunos de estos sistemas para alertar de la presencia de los ciclistas, sobre todo en los túneles que hay menos visibilidad. En Cataluña, se ha instalado un sistema basado en la IA para hacer los túneles más seguros, en concreto, en el túnel de Bordar que comunica la Seu d’Urgell y Andorra. Este sistema cuando detecta a los ciclistas activa una señal luminosa para avisar a los otros vehículos, reduzcan la velocidad a 60 km/h.
Todos estos usos permiten que la IA sea una herramienta indispensable para los ciclistas, los equipos o otras organizaciones e instituciones públicas para mejorar el rendimiento y pedaleo encima de la bicicleta.
Aunque, sobre todo en el ciclismo profesional, parece que los corredores sean máquinas que siguen los datos de su pulsómetro, el objetivo es simplificar los procesos y solucionar problemas para llegar al éxito.
Además, el factor humano siempre existe y puede cambiar el devenir de una carrera.