Conocer la ciudad a golpe de pedal. No todas las urbes pueden contar con recursos e infraestructuras para tener un carril por el cual poder ir en bicicleta. Actualmente, en España cada vez más ciudades invierten recursos en construir diferentes carriles y vías para que puedan circular las bicicletas. Aun así, las diferencias son claras entre España y Europa respecto a como fomentar la movilidad en bicicleta. Madrid es una de esas ciudades que tiene carriles y vías ciclables y están separados del tráfico motorizado.
Entre otros muchas vías, en la capital española se encuentra el Anillo Verde Ciclista, un carril circular de casi 65 kilómetros por todo el casco urbano de la ciudad. Un carril inaugurado en el año 2007 y que discurre por los aledaños de la autovía de circunvalación M-40. En él destaca su llamativo asfalto de color rojizo rodeado de zonas verdes.

Este Anillo Verde en el que transcurre un público heterogéneo tiene una anchura media de seis metros y tiene dos calzadas señalizadas con pintura. Se recomienda que los ciclistas que pedaleen con bicicletas urbanas o plegables usen la más ancha (cuatro metros) y el resto de usuarios los dos metros restantes.
En determinados tramos la coincidencia del carril con la presencia de un gran parque ha canalizado en su trazado multitud de usuarios que se ven atraídos por su llamativo asfalto rojo, un reclamo para tirar con más facilidad del carrito de compra, pasear al bebé o enseñar a los niños a dar sus primeras pedaladas. Como la anchura media del Anillo Verde es de seis metros, repartidos en dos calzadas señalizadas con pintura, se pretende que los ciclistas usen la más ancha (cuatro metros) y el resto de usuarios los dos metros restantes.
Interconexiones
Este carril conecta con otras calzadas bici-peatonales de carácter transversal y que en un futuro penetrarán hacia el interior del casco urbano. El objetivo de estas calzadas es que próximamente permitan desplazarse hacia el interior de la ciudad desde el anillo verde.
Además, la construcción de nuevas pasarelas permite que los ciclistas puedan ir rápidamente de un barrio a otro, como ocurre entre Moratalaz y Vallecas o entre la zona de Herrera Oria y la Casa de Campo.
El recorrido completo del Anillo Verde esconde grandes sorpresas y paisajes inéditos. Y se puede completar en bicicleta en 3 horas con una media de 22 km/h o casi 4 horas y media con una media de 15 km/h.
Obra frustrada
Una infraestructura que se construyó para complementar otras obras que se diseñaron para la fallida candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012. Con este carril bici-peatonal se pretendía rodear en su totalidad el caso urbano de la ciudad uniendo muchas de las futuras sedes olímpicas, así como, multitud de parques e instalaciones deportivas municipales y grandes áreas residenciales que en ese momento se estaban edificando, los llamados PAU (Planes de Actuación Urbanística).
Aun si saber si Madrid sería la sede de los JJ. OO, los primeros tramos se pudieron construir al ser un proyecto muy asequible desde el punto de vista económico, en comparación con otras megaobras llevadas a cabo en Madrid.
No obstante, este anillo verde es una oportunidad para disfrutar del urbanismo, la arquitectura y los paisajes sociales. Una experiencia para descubrir la heterogeneidad paisajística y social de los barrios de la ciudad.