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Monóxido de carbono: así ayuda a los ciclistas

El monóxido de carbono (CO) es un gas letal para el ser humano, pero a la vez se está usando para mejorar el rendimiento deportivo. ¿Cómo puede ser? Analizamos cómo actúa este gas en nuestro organismo, sus peligros y al mismo tiempo, cómo hace que los ciclistas sean más competitivos.

Como se suele decir en los programas de televisión cuando se realiza un experimento: “no intenten este experimento en sus propias casas, puede ser peligroso”. Y es que en ciertas pequeñas dosis, la inhalación de CO puede ser beneficiosa; en una dosis demasiado elevada, puede ser mortal.

Qué es el monóxido de carbono

En términos químicos, el monóxido de carbono (CO) es un gas que se forma durante la combustión incompleta de elementos que contienen carbono. Este proceso ocurre en los coches, las calefacciones y en muchos tipos de industrias. De hecho, es uno de los grandes contaminantes del planeta junto con el CO2 y el metano.

Pues bien, resulta que a nuestros glóbulos rojos les gusta mucho más el CO que el oxígeno (O2). Es decir, que tienen mucha más afinidad por el gas nocivo que por el que deberían coger (el oxígeno) y transportar a las distintas partes del cuerpo. De este modo, al inhalar monóxido de carbono caen rápidamente de los niveles de oxígeno en la sangre, lo cual puede llegar a provocar la muerte.

Cómo ayuda el monóxido de carbono a los deportistas

Entonces, ¿cómo puede ayudar a la actividad física? La clave está en la famosa hormona eritropoyetina, la EPO, la hormona que ordena la producción de más glóbulos rojos en la médula ósea y que, por tanto, hace que haya una mayor cantidad de hemoglobina en la sangre.

Esencialmente, al inhalar monóxido de carbono se simulan las condiciones de los entrenamientos en altura, incitando al cuerpo a producir estos glóbulos rojos que son los encargados de llevar el oxígeno a los músculos. Y unos músculos oxigenados son unos músculos más eficientes, los cuales permiten obtener una ventaja competitiva al ciclista.

Según un estudio Instituto de postgrado en ciencias de la salud, “este tipo de entrenamiento permite aumentar la capacidad de transporte de oxígeno hacia los músculos, incrementando así la potencia durante el ejercicio, mejorando la capacidad del músculo esquelético para amortiguar el lactato y beneficiando la economía de carrera”.

Así pues, inhalar CO induce estas adaptaciones fisiológicas. Y de esta manera, mejorar el rendimiento de los ciclistas.

La respuesta de la UCI

Eso sí, como han explicado desde la Unión Ciclista Internacional, su uso podría ser peligroso y perjudicial para la salud. De hecho muchas personas mueren en todo el mundo por la inhalación accidental de monóxido de carbono.

De hecho, recientemente desde la UCI han pedido la regulación de su uso por parte del organismo de control del dopaje. Y es que, aunque parezca mentira, todavía no existe ninguna normativa al respecto.

Habrá que estar atentos las próximas semanas, aunque todo hace indicar que dicha regulación más pronto que tarde.


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