Dos leyendas vivas del pelotón, Eddy Merckx y Roger De Vlaeminck, han destrozado verbalmente a Jonas Vingegaard, acusándolo sin rodeos de no competir lo suficiente y de estar “cómodamente instalado” en su estatus de estrella.
Mientras Tadej Pogacar ha arrasado en Dauphiné, ganando en los dos finales en alto y liderando la general con autoridad, Vingegaard ha estado desaparecido. Literalmente. Solo dio señales de vida en la contrarreloj, y eso fue un espejismo. Y claro, las voces críticas no han tardado en salir del pelotón… pero esta vez vienen desde el Olimpo del ciclismo.
“Corre poquísimo ¿Para qué le pagan todo el año?”, disparó sin anestesia De Vlaeminck. Merckx, que rara vez se moja, esta vez lo hizo: “En París-Niza ya me dejó frío. Es buen corredor, pero apenas compite. No puede llegar al Tour con tan poco ritmo”.
Lo cierto es que Pogacar ha metido miedo a todo el pelotón. Su dominio en el Dauphiné ha sido apabullante. El esloveno parece un martillo sin descanso, mientras que Vingegaard todavía está buscando ritmo, con un calendario “minimalista”.
“Todo el mundo habla de Pogacar, pero no es ni la mitad de lo que fue Eddy”, zanjó De Vlaeminck, soltando un dardo envenenado también hacia el líder del UAE.