Muchos nos habéis preguntado qué son las espumas mousse y qué beneficio tienen frente a no utilizarlas. En este artículo os explicamos para qué sirven y en qué tipo de ruedas, terrenos y disciplinas es interesante poner una espuma antipinchazos en las ruedas.
Lo primero que hay que señalar es algo bastante obvio: la función de este tipo de complementos es evitar pinchazos o reducir la posibilidad de los mismos. Al igual que las bandas antipinchazos generan una capa extra de protección física frente a posibles objetos que puedan perforar la cubierta, las espumas o mousse antipinchazos van más allá.
Esencialmente las espumas antipinchazos se colocan en el interior de las ruedas tubeless (aunque también existe algún modelo creado para ruedas con cámaras de aire) de modo que el interior queda relleno, en gran parte, de dicha espuma.
Es más habitual (por no decir que es casi exclusivo) su uso en bicicleta de montaña, siendo además más importante su uso cuanto más agresiva sea la conducción de la bicicleta.
Si estamos acostumbrados a asumir riesgos, disfrutar de la velocidad y conseguir subir la adrenalina sorteando piedras, ramas y raíces, este tipo de complemento puede convertirse en tu mejor aliado para evitar pinchazos.
Las tres ventajas principales.
- Este relleno por un lado evita que se produzcan pellizcos en los laterales de las ruedas, además de ofrecer un recubrimiento interior extra de cara a posibles pinchazos por agujereamiento.
- Además, este tipo de espumas protege a las llantas frente a posibles golpes, al suponer un elemento de resistencia extra ante un posible llantazo
- Finalmente, las espumas antipinchazos permiten reducir la presión de las ruedas sin riesgo de pinchar o sufrir un llantazo. Esto significa que podrás mejorar el agarre y tracción en caso de necesidad (con suelo mojado y barro, principalmente).
Si lo pensamos fríamente es un sistema simple y efectivo que permite de manera bastante lógica, una mejora importante respecto a no utilizarlas.
