El casco es esencial para la seguridad de los ciclistas. No os estamos diciendo nada nuevo y ahora resulta muy extraño ver a ciclistas circular por la carretera sin este elemento de protección, incluso en las zonas en las que no es obligatorio. Sin embargo, no todo el mundo sabe cuándo los cascos pierden parte de su efectividad y por tanto no saben exactamente cuándo se debe cambiar por otro nuevo.
En este artículo pretendemos aportar un poco de luz a la cuestión y mostrar algunos casos en los que es recomendable cambiar de casco.
Eso sí, lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que elegir siempre cascos homologados. Y comprarlos en puntos de venta que garanticen y certifiquen la calidad de los productos. Rechazar imitaciones (y más en algo tan esencial a la hora de protegernos, como el casco) es esencial para no ponernos en peligro. Además, siempre habrá que llevar el casco correctamente colocado.
Cuando haya caducado
Sí, los cascos caducan. No puedes (o mejor dicho, no deberías) llevar el mismo casco que llevaba tu abuelo por mucho valor sentimental que tenga.
Por muy bueno que sea tu casco, sus diferentes componentes pierden capacidad de protección con el paso de los años. Incluso si no has sufrido ningún impacto ni tiene ningún daño estructural visible. De hecho, algunos fabricantes como TREK afirman que “es conveniente cambiar de casco cada tres años”, aunque este tiempo podría ser incluso mayor. Es decir, lo recomendable es cambiar de casco al cabo de 3-5 años como máximo en el caso de la mayoría de los cascos, aquellos fabricados en poliestireno expandido.
Además hay que tener en cuenta ciertos elementos que pueden deteriorar el casco, tales como el sudor, la luz solar, los cambios de temperatura…
En cualquier caso, revisar y limpiar a fondo el casco cada cierto tiempo puede ayudarnos a detectar problemas o algún tipo de deterioro del casco.
Tras una caída
Parece algo evidente, pero no lo es para mucha gente. Tras una caída en bici hay que evaluar los daños que se hayan producido en el casco. Si está roto en algún punto, evidentemente será imprescindible cambiarlo.
Y si ha recibido un golpe fuerte, aunque no se vean daños por fuera, es probable el casco haya perdido su nivel de protección.
Talla correcta
Llegada la vida adulta no cambiará la forma o el tamaño de la cabeza. Sin embargo, los niños sí evolucionan y será recomendable cambiar el casco por uno de su talla cuando veamos que el casco no se ajusta al cráneo del pequeño. Tanto por exceso como por defecto, pues un casco demasiado pequeño puede ser igual de peligroso que uno demasiado grande.
